Utopie d'un fabricant d'images baroques qui consigne notre présent et le confronte à des avenirs incertains

domingo, 24 de febrero de 2019

DANIEL OGIER EXPOSE AUX CANARIES

DANIEL OGIER
 
 PROPOSE L'INSTALLATION 

"LA DERNIERE FERME DE PADRON"

 A "LA CASA-MUSEO PADRON" DE GALDAR (GRANDE CANARIE)


INAUGURATION LE VENDREDI 1 MARS 2019 A PARTIR DE 19H 30

EXPOSITION DU 1 AU 31 MARS 2019
Du mardi au dimanche de 10h à 18h
Rue Capitan Quesada n°3
Gáldar (Grande Canarie)


On sait que le peintre Antonio Padrón aimait être entouré d’animaux dans son jardin exubérant, au fond duquel il travaillait dans l’atelier qu’il avait construit.C’est en lien avec cet amour des animaux que cette exposition est conçue. Les temps ont changé et "le jardin paradisiaque" ne notre société de consommation est en péril en ce début du XXIème siècle.
Par une succession de toiles évoquant une vie intimement mêlée entre humains et animaux mélangée à une suite d’ex-voto de remerciements et de reconnaissance, on imagine le temps des regrets éternels après la disparition de nos amis. En mémoire d’eux, que nous mettons en péril avant que nous-mêmes peut être disparaissions, c’est une sorte de nécropole populaire qui exprime le moment de faire le bon choix, de casser ou de préserver cette chaîne qui nous lie, hommes et animaux, parties d’un même tout.





LA ÚLTIMA GRANJA DE PADRON:


Sabemos que al pintor Antonio Padrón le gustaba estar rodeado de animales en su exuberante jardín, al fondo estaba el taller que había construido y donde trabajaba.
Esta exposición está concebida en relación a ese amor por los animales. Los tiempos han cambiado y "el jardín paradisíaco" de nuestra sociedad de consumo, está en peligro en este principio del siglo XXI.
Con un conjunto de cuadros evocando una vida íntimamente mezclada entre los humanos y los animales, unido a un conjunto de ex-votos de agradecimientos y de reconocimiento, imaginamos el tiempo de remordimientos eternos ante la desaparición de nuestros amigos.
En su memoria, a los que ponemos en peligro incluso antes que nosotros mismos quizás desaparezcamos, es una especie de necrópolis popular la que expresa el momento de tomar la buena decisión, de romper o de preservar esta cadena que nos une, hombres y animales, ambos, partes de un todo.


Dans cette installation sur deux murs donnant sur le jardin d'Antonio Padron on a choisi de faire alterner des plaques votives de remerciements en action de grâces avec des tableaux représentant des moments particuliers de relation entre l'homme et l'animal.



En esta instalación entre dos paredes que dan al jardín de Antonio Padrón, hemos elgido alternar unas placas (ex-votos) de agradecimientos con una serie de cuadros que representan las relaciones particulares entre el hombre y el animal.



CIENTOS DE ESPECIES ANIMALES SE EXTINGUEN CADA DÍA...Y ES PARA SIEMPRE

“La grandeza de una nación y su progreso moral
pueden ser juzgados por la manera en que se trata a sus animales”
Gandhi

Los animales han sido una constante inspiración en el arte desde tiempos inmemoriales. Ya en el Paleolítico los artistas plasmaron el mundo animal en multitud de cuevas de entre las que destacan Altamira o Lascaux. La representación del mundo animal atraviesa todas las culturas y todos los tiempos, desde el mundo egipcio que atribuía a las deidades atributos animales, a las criaturas marinas exóticas que vemos en los frescos y mosaicos romanos, pasando por los delfines del palacio de Cnosos o los maravillosos bestiarios de los códices medievales. Inveteradamente, la iconografía animal ha sido símbolo, metáfora o alegoría  para representarnos el mundo y construir un relato que dé sentido al lugar que ocupamos en esta casa común.
Y me viene a la memoria aquel célebre episodio del caballo de Turín, cuando Nietzsche corrió a abrazarse al animal que estaba siendo brutalmente golpeado por el cochero. Un acto desesperado que significó su precipitación definitiva hacia la  pérdida de la razón,  estado en que estuvo sumido los últimos diez años de su vida. En su célebre libro “La insoportable levedad del ser”, Milan Kundera quiso ver en aquella acción heroica, el último gran acto de lucidez del filósofo, pidiendo perdón al caballo en nombre de la humanidad, en nombre de Descartes. Y no se trata de una interpretación peregrina habida cuenta que la humanidad, al construir su relación con los animales, eligió a Descartes como modelo y no a Pitágoras, que con más de dos milenios de adelanto había promulgado el vegetarianismo, ya que consideraba a los animales poseedores de un alma y con idéntica capacidad para amar y sufrir que nosotros. Con ello quedaba justificado el  dominio que, según el Génesis, Dios otorgó a los humanos sobre el resto de seres vivos.
Entrado el siglo XX, el reino animal en su vertiente simbólica, se erige en motivo fundamental de la obra de grandes artistas. Entre los ejemplos más conocidos tenemos la archiconocida paloma picassiana convertida en icono universal de la paz. O pensemos en las mariposas de Dalí, paradigma surrealista de la metamorfosis, que también explora nuestro pintor galdense, cuyo abundante catálogo de animales da muestras de su atención hacia estos “compañeros de viaje”, muchos de los cuales compartían su jardín.
Sin embargo, en la actualidad su presencia en el arte ha cambiado adquiriendo nuevos significados. Y así lo demuestra la obra de nuestro artista invitado Daniel Ogier. Esta muestra exquisita, que en su dimensión plástica deleita nuestros sentidos, no cae en la autocomplacencia, para convertirse en denuncia de la sociedad actual. Se pone en evidencia la flagrante ruptura que el racionalismo científico y tecnológico, hijo de la Modernidad y empeñado en conquistar todas las esferas de la realidad, ha operado entre el humano y el resto de seres que pueblan la Tierra.
Este parece ser el estigma de nuestra sociedad actual, marcada por el consumismo,  la autoridad del poder y la prepotencia del ser humano. Una civilización la nuestra, que ha desacralizado y cosificado la naturaleza, reduciéndola a un stock de recursos naturales para nuestro propio beneficio, que por cierto incluye también la explotación del hombre por el hombre.
Pero volviendo a los animales de Ogier, observamos cómo éstos figuran íntimamente ligados al hombre en un todo orgánico, protegiéndose recíprocamente de esos lacerantes triángulos negros que amenazan sus vidas. Ogier nos hace cuestionarnos sobre la ética, la responsabilidad y nuestra relación con la naturaleza, convencido del gran remordimiento que vamos a experimentar si no lo estamos sintiendo ya como consecuencia de nuestra ceguera.
Hoy tenemos la suerte de poder admirar la calidad de una obra pictórica que se sustenta en un perfecto conocimiento del oficio. Porque Daniel Ogier es ante todo un gran pintor, un inventor de mundos y un hacedor de imágenes conmovedoras, pero también un ser humano preocupado y comprometido con los terribles desafíos que nuestra época nos impone y que necesitan ser atendidos de forma perentoria para impedir, si aún es posible, el colapso de la civilización al que estamos abocados.
                                                     Javier Jimenez
 

CAPRICES DE LA NATURE:

Lorsque les hommes termineront leur travail programmé de destruction, dans une lente agonie, les animaux accompagnerons encore leur bourreaux avec compassion et douceur.

Caprichos de la naturaleza :

Cuando los hombres terminen su trabajo programado de destrucción, en una lenta agonia, los animales  acompañaran  sus verdugos con compasión y dulzura.

12 acryliques sur toiles de 65 x 54 cm. 2016














LES ANIMAUX DE LA FERME:

Dormir, manger, parler, jouer,  pour les dernier jours de notre espèce ce serait si bien de le faire avec eux.

Los animales de la granja:
Dormir, comer, hablar, jugar, en  los últimos  días de nuestra especie no estaría mal hacerlo con ellos.

4 acryliques sur toile de 46 x 61 cm. 2018


DORMIR


MANGER

                                                                        


PARLER

                                                                            


JOUER



LA HUPPE:

En tentant de le sauver la huppe a déposée un dernier homme dans son nid au plus haut de la montagne d'où on peut voir le monde.


La abubilla:

Intentando salvarlo la abubilla ha depositado al último hombre en su nido, en la cima de la montaña, desde donde se puede contemplar el mundo. 


Acrylique sur toile de 61 x 46 cm. 2018




LA GAZELLE:

Sa plus belle histoire d'amour

La gacela:

Su mejor historia de amor

Acrylique sur toile de55 x 46 cm. 2018




 LE ARA:

Le grand ara de Gáldar est un sage qui a mis l'homme aux fers et lui enseigne de force les lois de la nature. Mais il ne comprend rien et répète les mêmes erreurs.


 El guacamayo:

El gran guacamayo de Gáldar es un sabio que encadenó al hombre y le enseña a la fuerza las leyes de la naturaleza. Pero él no entiende nada y repite los mismos errores.

Acrylique sur toile de 92 x 65 cm. 2018 



TONDOS:

Le gardien de troupeau est devenu fou, il martyrise ses brebis et fait prisonnier son chien, tout s’inverse et se trouble; l'ordre des hommes change celui de la nature.

Tondos:

El pastor se volvio loco, martiriza sus ovejas e hizo prisionero a su perro, todo se vuelve al revés y se confunde; el orden de los hombres cambia el de la naturaleza.

Acrylique sur toile de 30cm. Diamètre 2010





Photos de l'inauguration le 1 mars 2019



Discours de Daniel Ogier 
en compagnie du Directeur César Ubierna et Javier Jimenez




DES CENTAINES D’ESPECES ANIMALES DISPARAISSENT CHAQUE JOUR…….
 ET C’EST POUR TOUJOURS.


« La grandeur d’une nation et son progrès moral
peuvent être jugés de la manière avec laquelle sont traité les animaux ».
Gandhi
                                          
Les animaux ont été une source d’inspiration dans l’art depuis la nuit des temps. Déjà au paléolithique les artistes ont reflété le monde animal dans une multitude de grottes dont les plus importantes Altamira et Lascaux. La représentation du monde animal traverse toutes les cultures et en tous les temps, commençant par les égyptiens qui attribuaient aux Dieux des attributs animaux, jusqu’aux créatures marines exotiques qu’on voit dans les fresques et les mosaïques romaines, en passant par les dauphins du palais de Cnossos ou les merveilleux bestiaires des codex médiévaux.
Depuis toujours, l’iconographie animale a été symbole, métaphore ou allégorie pour nous représenter le monde et construire un récit qui donne du sens au lieu que nous occupons dans cette maison commune.
Il me revient en mémoire le célèbre épisode du cheval de Turin, quand Nietzsche a couru embrasser l’animal qui était en train de se faire brutalement battre par le cocher. Un acte désespéré qui a signifié sa précipitation définitive vers la perte de la raison, état dans lequel il a été plongé durant les dix dernières années de sa vie. Dans son célèbre livre «  l’insupportable légèreté de l’être », Milan Kundera a voulu voir dans cette action héroïque, l’ultime grand acte de lucidité du philosophe, en demandant pardon au cheval au nom de l’humanité, au nom de Descartes.
Il ne s’agit pas d’une interprétation passagère tenant compte que l’humanité, en construisant sa relation avec les animaux, avait choisi Descartes comme modèle et non pas Pythagore qui, avec plus de deux millénaires d’avance avait adopté le végétarisme, considérant que les animaux étaient possesseurs d’une âme avec la même capacité d’aimer et de souffrir que nous. Avec cela la domination que, selon la Genèse, Dieu avait donnée aux humains sur le reste des êtres vivants était justifiée.
Entrant dans le XXème siècle, le règne animal dans son aspect symbolique s’érige en motif fondamental dans l’œuvre des grands artistes.  Parmi les exemples les plus connus nous avons la très célèbre colombe picassienne devenue  une icône universelle de la paix ou, on peut penser aussi aux papillons de Dali, paradigme surréaliste de la métamorphose, que notre peintre de Gáldar explore aussi, et dont son abondant catalogue d’animaux reflète  l’admiration pour ces « compagnons de voyage », car beaucoup d’entre eux partageaient son jardin.
Cependant, dans l’actualité sa présence dans l’art a changé en acquérant de nouvelles significations. Et ainsi le démontre l’œuvre de notre artiste invité Daniel Ogier. Cette exposition exquise, qui dans sa dimension plastique enchante nos sens, ne tombe pas dans l’auto- complaisance, pour devenir la dénonciation de la société actuelle. Elle met en évidence la flagrante rupture que le rationalisme scientifique et technologique, fils de la modernité et engagé à conquérir toutes les sphères de la réalité, a opéré entre l’humain et le reste des êtres qui peuplent la Terre.
Cela paraît être le stigmate de notre société actuelle, marquée par le consumérisme, l’autorité du pouvoir et l’arrogance de l’être humain. Une civilisation la nôtre, qui a désacralisé et vulgarisé la nature en la réduisant à un stock de ressources naturelles pour notre propre bénéfice, qu’en fait inclut aussi l’exploitation de l’homme par l’homme.
Mais revenant aux animaux de Ogier, on peut constater que ceux-ci figurent intimement liés à l’homme en un tout organique, se protègent réciproquement de ces lacérants triangles noirs qui menacent leurs vies. Ogier nous questionne sur l’éthique, la responsabilité et notre relation avec la nature, convaincu du grand regret qu’on va expérimenter si on ne l’a pas déjà ressenti comme conséquence de notre cécité.
Aujourd’hui on a la chance de pouvoir admirer la qualité d’une œuvre picturale qui repose sur une parfaite connaissance du métier, parce que Daniel Ogier est avant tout un grand peintre, un inventeur de mondes et un créateur d’images émouvantes, mais aussi un être humain préoccupé et investi par les terribles défis que notre époque nous impose et qui nécessitent d’être pris en charge d’une manière urgente pour empêcher, si c’est encore possible, l’effondrement prévisible de la civilisation.
                                               
                                                                                                                             Javier Jiménez












Angel Sanchez (Premio Canarias de literatura 2018) Daniel Ogier et Jorge Rodriguez de Rivera



Javier Jimenez, César Ubierna, Chano et Manolo








Daniel Ogier, Daniel Montesdeoca ( Directeur du Musée Nestor)
 et Juan Sebastian Lopez Garcia ( Cronista de Galdar)




Javier Jimenez, Daniel Ogier, Chano et Jorge Rodriguez de Rivera


Pendant l'exposition d'autres amis et collectionneur sont passé voir l'installation.


Daniel Ogier, Joaquin Rodriguez de Rivera, Milagros Olives et Juanjo Rodriguez de Rivera


Pedro Ruben et Daniel Ogier


Carlos David et Daniel Ogier


César Ubierna et Lazaro Santana


Angel Luis Perez Canasveras  


Vue de l'exposition:

VIDEO DE



















Presse de l'exposition:

 Canarias 7 annonce de l'exposition 1-3-19

 La Provincia 1-3-19


Canarias 7 Le 1 mars 2019